We had it all CAPÍTULO 14

CAPITULO 14

[Mónica]

Sabía que Niall estaba preparando algo por mi cumpleaños, estaba misterioso y muchas veces salía de casa sin decir nada o se encerraba a hablar por teléfono en el baño, disimular nunca había sido lo suyo. El día de mi cumpleaños fue muy especial, empezando por despertarme con los besos de Niall por toda mi cara y mi cuello, seguido por un desayuno en la cama y con los chicos apareciendo de golpe en casa.

Bea faltó al trabajo, le eché un poco la bronca por ello pero pasó de mí tal y como suele hacer, además...también se vino Cris que parecía tener un sentido de la responsabilidad mayor al de mi amiga y había avisado al jefe de que “se tomarían el día”. La chica me cayó muy bien, al principio estuve un poco recelosa porque no podía evitar verla como “la sustituta de Vanessa” pero pronto decubrí que era una chica encantadora y...bueno, que estaba un poco loca.

Además, me fijé en que Liam no le quitaba ojo de encima y, cuando no estaba mirándola desde lejos y sonriendo como un idiota, estaba hablando con ella. Estaba segura de que de ahí saldría algo. Niall no me quería decir nada sobre cual sería mi regalo, dijo que me lo daría el sábado y yo estaba impaciente.

El sábado por la tarde llegué a casa después de pasarme todo el día de compras con Cris y Bea, me sorprendió que Niall no estuviera ya que era temprano para salir pero supuse que estaría con Darren o alguno de sus amigos. Fui a la habitación a dejar las bolsas y, al hacerlo, me fijé en un papel que había sobre la cama. al cogerlo reconocí la letra de Niall.

Hola, princesa -sonreí- si estás leyendo esto es que has llegado a casa. Espero que te lo hayas pasado de diez pero creo que ya va siendo hora de darte mi regalo ¿verdad? Muy bien, ve hacia el armario...

La carta terminaba ahí así que la dejé sobre la cama y fui al armario, al abrirlo no vi nada del otro mundo pero pronto vi otro sobre pegado en uno de los cajones. Lo cogí ilusionada y lo abrí.

Seguro que este te ha costado verlo -reí- quiero que cojas tu vestido verde. Sí, mi favorito. De zapatos no se mucho pero me gustan los tacones negros que te pusiste la última noche en Nueva York... ¿te acuerdas? Bien, dúchate y vístete. Encontrarás otra carta en el salón. ¡NO LA LEAS HASTA QUE ESTÉS DUCHADA Y VESTIDA!

Reí con ganas, quería saber qué ponía en la otra carta pero sabía que sería más divertido seguirle el juego. Saqué el vestido del armario y lo dejé en la cama, busqué la ropa interior y me sonrojé al ver que Niall había puesto un post-it en cada prenda diciendo: esto y esto. Me metí al baño y me duché sin dejar de darle vueltas a lo que tendría preparado. Nunca nadie había hecho algo así por mi y tenía el corazón acelerado y estaba ansiosa.

Al salir de la ducha me vestí, me sequé el pelo y decidí planchármelo, me maquillé un poco quedando natural y me puse los zapatos. Fui al salón y vi pegada en la pantalla de la tele otra carta.

Si te conozco bien habrás tardado unos 20 minutos, 45 si te has planchado el pelo ¿verdad? Y como te lo habrás planchado...serán 45 -miré el reloj...había acertado- en el armario de la entrada tienes tu bolso con todo preparado (faltan las llaves y el móvil que de eso te encargas tú) y una chaqueta. Por cierto...te quiero.

Sonreí y dejé la carta encima de la mesa, fui a la entrada y, tal y como había dicho, en el armario estaba el bolso y la chaqueta. Metí en el bolso lo que faltaba pero, al abrirlo, me encontré con otra carta.

Ya queda poco, lo prometo. A las 9 sal de casa, habrá un todoterreno negro esperando por ti...sí, solo por ti. No es una carroza pero por algo se empieza ¿no? Nos vemos pronto princesa...recuerda que te quiero.

Me había tocado la lotería con este chico y cada vez lo tenía más claro. Miré la hora y vi que tan solo faltaban 10 minutos para las 9. A pesar de ser poco tiempo se me hizo eterno. Finalmente me puse la chaqueta, me miré al espejo una vez más y salí de casa. Efectivamente fuera había un Range Rover, fuera de él estaba Paul.

-¡hey! -Dije a modo de saludo- ¿también estás metido en esto?
-alguien tiene que ser el chofer de las invitadas de honor -sonrió y me abrió la puerta... ¿invitadas?-
-¡Bea! -Exclamé al entrar- estás guapísima

Llevaba un vestido palabra de honor, ajustado y negro hasta la cintura y falda blanca y suelta, chaqueta y tacones. Ella no parecía del todo conforme con su look pero estaba guapísima, se había ondulado el pelo y llevaba un recogido bastante chulo.

-¡preciosa! Mi madre lleva toda la tarde, desde que me he llegado, acicalándome...no me ha dejado elegir nada. Lo único que ha hecho ha sido enseñarme una carta de Harry...
-todo esto -dije señalándome- es cosa de Niall, también me ha elegido todo
-están como cabras... -el coche arrancó-
-reconoce que te hace ilusión todo esto -me miró sonriendo-
-pues claro que sí...nadie había hecho nada parecido por mi...

Estuvimos un rato en el coche hasta que paramos, ambas miramos por la ventana pero estábamos como en un callejón. Paul nos abrió la puerta y, al bajar, vimos que, efectivamente, estábamos en un callejón.

-¿dónde estamos? -Preguntó Bea-
-en Londres
-muy agudo... -dije-
-no puedo decir nada. Tomad -nos tendió dos antifaces negros de esos que se usan para dormir-
-tiene que ser una broma... -dijo Bea-
-no, ponéoslo y esperad aquí
-¿aquí? ¿Solas? Es de noche Paul...
-lo sé, no os pasará nada, ¡venga!

Bea y yo nos miramos y con un suspiro de resignación nos colocamos los antifaces, con cuidado de nos estropearnos el pelo. Notamos como Paul comprobaba que no veíamos nada y después unos pasos alejándose. Estiré la mano para coger la de Bea ya que me asustaba un poco.

Entonces escuchamos otros pasos acercándose, apreté la mano de mi amiga y ella apretó la mía. Noté unas manos rodeando mi cintura con cuidado y un beso en mi mejilla, afortunadamente reconocí su roce y me relajé.

-hola princesa -dijo su voz en mi oído- siento haberla hecho esperar tanto...

Sonreí y me giré entre sus brazos, subí las manos por sus brazos hasta colocarlas en sus hombros y buscar, a ciegas, sus labios con los míos. Escuché su risa y, poco después, sus labios tomaron los míos.

-estás preciosa... -dijo-

Noté como me rodeaba y se situaba a mi espalda, sus manos se posaron en mi cintura y me instó a andar lentamente. Yo iba con cuidado, preguntando, al igual que Bea, que a donde íbamos, tenía la sensación de que me tropezaría en cualquier momento pero Niall me sujetaba fuerte lo cual me daba confianza.

Escuché como abrían una puerta, Harry y Niall dijeron “gracias” y nos hicieron entrar en algún sitio, odiaba estar con los ojos vendados, me agobiaba así que esperaba que no durase mucho más.

-cuidado, hay escaleras... -dijo Niall- seis para ser más exactos
-verás tú dónde vamos a terminar... -escuché a Bea-
-ya queda poco -dijo Harry-

Bajamos las escaleras muy lentamente, con cuidado de seguir con vida y andamos un poco más, giramos a la izquierda y dimos unos pasos más antes de que nos frenasen. Noté un golpe en el brazo y supuse que era la mano de Bea tratando de coger la mía, así lo hice.

-¿listas? -Escuché a Harry-
-¡sí! -Exclamamos las dos-
-una...dos... -Niall cogió mi antifaz- ¡tres!

¡¡¡SORPRESA!!! Di un pequeño salto, chocando contra el pecho de Niall, al ver a todos nuestros amigos delante nuestra. Tardé un poco en reconocer el Mahiki Club. Miré a Bea quien estaba igual de sorprendida que yo. Entonces los brazos de Niall me rodearon y me dio un beso en la mejilla.

-feliz cumpleaños princesa... -murmuró aún con los labios sobre mi mejilla-

[Bea]

No podía creer que se lo hubiera currado tanto, no por la fiesta que era algo típico sino por todo lo que habían hecho. Nos cantaron el cumpleaños feliz a las dos, sin saber qué cara poner miré a todos, vi a Liam con Cris, Zayn y Louis, Damon, Danny, Josh, Dan...todos. Cuando terminaron se nos acercaron para felicitarnos, saludarnos y esas cosas así que no pude acercarme a Harry para darle las gracias.

Después de media hora saludando la gente ya empezó a ir un poco más a su bola, bailando, bebiendo y hablando. Así que yo me dediqué a buscar a Harry, finalmente lo vi apoyado casualmente en la barra hablando con Stanley. Cuando me vio mirándole le dijo algo a su amigo, dejó el vaso en la barra y se acercó.

-¿su majestad ya tiene un momento para mí? -Sonreí-
-claro que sí -dije cruzando un pie tras el otro e inclinándome un poco- gracias por esto... -se acercó y me pasó los brazos por la cintura-
-no me las des...sé que es muy típico pero... -le corté con un beso-
-no solo por la fiesta, sino también por todo lo del vestido y tal...
-pensé que eso no te gustaría... -reí- y he acertado
-a ver...me ha gustado, ha sido lo más bonito y cuqui que han hecho por mí...pero eso de que mi madre me esté acicalando desde las 7 hasta las 9 ya no me hace tanta gracia... -rió- pero ha sido un detallazo
-aún te tengo otro regalo -le miré enarcando una ceja- pero como, oficialmente, no es tu cumpleaños...no te lo daré hasta el martes
-¡eso no es justo! Ahora me dejas con la intriga, quiero saberlo... -dije haciendo un pequeño puchero-

Me sonrió con ternura y, con el dedo pulgar, acarició mi labio inferior, se inclinó solo un poco, dado que con los tacones era casi de su misma altura, y lo mordió suavemente. Nos miramos unos segundos, sin dejar de sonreír, antes de que me abrazase por la cintura, yo a él por la nuca y nos perdiéramos en los labios del otro.

[Cris]

Hacía mucho tiempo que no me complicaba tanto la existencia para vestirme, Liam había quedado en ir a buscarme a las nueve menos cuarto a mi apartamento y a las ocho y cuarto aún estaba indecisa. Cuando no me distraía con la música, era con Twitter o con el hecho de que uno de mis ídolos iba a pasar a buscarme en menos de media hora para ir a una fiesta. La situación era surrealista.

Finalmente me decidí por un vestido de flores, botines y una chaqueta vaquera. Afortunadamente el pelo me lo había planchado esa mañana así que no tuve problemas, me maquillé y, cuando miré la hora, vi que quedaban cinco minutos. Justo en  ese momento me llegó un Whatsapp de Liam: eestooy llegaandoo. xx Liiamm. Sonreí al ver que escribía tal y como lo hacía en Twitter.

Cogí el bolso y guardé lo necesario, justo cuando terminé llamaron al timbre y mi pulso se aceleró. Me miré al espejo de la entrada, suspiré y sonreí antes de abrir. La respiración se me quitó durante unos segundos, segundos que usé para mirarle de arriba abajo. Camiseta gris de Burberry, jeans oscuros, zapatillas y cazadora. Sonreí al ver que me miraba fijamente de arriba abajo, cuando se dio cuenta de que me había dado cuenta sonrió algo avergonzado.

-hola -dijo- estás muy guapa -sonreí-
-gracias, tú igual
-eres cambiante... -le miré fijamente, esperando a que se explicase- cada vez que te veo tienes el pelo o rizado o liso, pero nunca te he visto dos veces con el pelo igual
-ya... -salí del apartamento y cerré con llave- me gusta más liso la verdad
-pues no sé qué decirte... -entramos en el ascensor- liso te queda muy bien pero rizado...estás adorable -miré al suelo sonriendo, sin saber qué contestar-
-gracias

En la puerta nos esperaba un monovolumen, dentro del cual estaba Louis. Me puse nerviosa al verlo, le conocí el miércoles pero aún así...joder, seguía siendo Louis Tomlinson. No tardamos mucho en llegar a Mahiki, ellos fueron hablando y bromeando todo el camino pero yo no hacía mucho caso, estaba más centrada en prepararme para el hecho de que iba a estar en la misma fiesta que mis ídolos y, probablemente, más famosos.

-hey... -Liam chasqueó los dedos delante de mis ojos- estás en tu mundo, ya hemos llegado -bajó y me tendió la mano para ayudarme- ¿en qué pensabas?
-me estaba mentalizando -dije mientras íbamos hacia la puerta- ya sabes... -abrió y dejó que pasase delante- no todos los días se está en una fiesta con tus ídolos y... -me quedé en silencio unos segundos- ¡¿ese es Tom?! ¡¿Tom Daley?!
-eeeh...sí, Mónica y él se conocieron en las Olimpiadas y desde entonces son amigos, ¿por? ¿Te gusta?
-hombre, tendría que estar ciega para que no me gustase... -le miré y vi que tenía el ceño fruncido-
-no sé qué tiene... -me miró- ¿qué?
-¿qué pasa Estrella? ¿Celoso? -Miró hacia otro lado- tranquilo, tú eres mejor

Dicho eso bajé las escaleras y fui con Zayn quien hablaba con Damon. Me di la vuelta para mirar a Liam y le vi sonriendo mirando en mi dirección, le sonreí y seguí hablando. No pasó mucho rato antes de que viéramos a Harry y Niall salir, señal de que iban a por las chicas. Así que poco a poco nos fuimos quedando en silencio.

Cuando las vi entrar me entró un poco la risa, se notaba que estaban completamente desorientadas pero estaban muy guapas. Nunca había visto a Bea con vestido y, la verdad, es que le quedaba bastante bien. Y algo me decía que el vestido de Mónica lo había elegido Niall.

Después de darle la sorpresa todo el mundo se empezó a acercar así que yo decidí esperarme y me acerqué a la barra donde pedí un mojito. Al probarlo me di cuenta de que estaba bastante cargado, fruncí un poco el ceño...los míos estaban mejores.

-¿cómo va eso? -Dijo Harry poniéndose a mi lado, no pude evitar ponerme nerviosa- ¿está rico?
-los míos están mejores... -rió- ha sido un detalle lo que habéis hecho, lo de las cartas y eso
-aquí entre tú y yo...esa parte fue cosa de Liam, a Niall y a mi solo se nos ocurrió la fiesta -reí- pero no se lo digas a ninguna
-tu secreto está a salvo
-hey chicos... -miré detrás y vi a Liam- por fin he podido felicitarlas
-yo prefiero esperar -dije y bebí un poco, entonces Liam me quitó el vaso de las manos- ¡hey! -Lo puso en la barra- eso es mío
-vale, Harry guárdalo, me la llevo a bailar
-¿y si no quiero? -Me miró sonriendo, con esa sonrisa tan adorable que solo él puede poner- tienes que dejar de hacer eso
-anda, ve -dijo Harry- te guardo el mojito
-¿en tu estómago? -Rió con inocencia- me debes un mojito Styles

Liam me llevó de la mano hasta el centro de la multitud y se dio la vuelta, sonrió y se acercó a mi peligrosamente, con sus manos en mi cintura empezó a moverse a lo que yo le seguí. No tardé mucho rato en olvidarme de todo lo demás y de concentrarme solo en Liam y en mí. Era raro, normalmente me costaba unas cuantas copas ser así con un chico pero con Liam me salía de forma natural, como si tuviese que ser así.

[Harry Styles]

Llevaba sin separarme de ella toda la noche y tampoco quería hacerlo, al contrario...parecía que nunca tendría suficiente de ella, de su risa, su sonrisa, su alegría...la verdad es que estaba casi seguro de que parecía idiota cuando la mirada pero era perfecta para mí.

-ahora vengo... -le susurré al oído- voy al baño

Le di un beso en la mejilla y fui al baño. Por el camino me paré de vez en cuando a hablar con algunos amigos y conocidos o con algunos que, simplemente, se acercaban por ser quien soy. Al volver del baño otra vez lo mismo...palmadas en la espalda, pequeñas conversaciones sin nada de interés hasta que llegué a donde ella estaba, solo que no estaba sola. Un tío de pelo corto, moreno y ojos oscuros estaba con ella, ambos se sonreían demasiado.

-ya estoy aquí -la abracé por la cintura y le di un beso en el pelo, mirando fijamente a su acompañante-
-hola -dijo sonriéndome- te presento a Kirk -le sonreí falsamente y nos apretamos la mano- me estaba diciendo que en un mes tiene un campeonato de surf en Bournemouth...hace mucho que no hago surf
-puedes venir si quieres -le dijo él- y después del campeonato te entrenas
-¡sería genial! La verdad es que tengo muchas ganas de surfear...la última vez fue en Australia
-las olas de allí tienen que ser increíbles

Según seguían su conversación la sensación de que sobraba se iba haciendo más y más grande, ninguno de los dos me hacía caso. No es que estuviera interesado en la atención de este tal Kirk, pero que Bea me ignorase deliberadamente no era agradable. Finalmente me cansé de no hacer nada en medio de ellos dos así que solté la cintura de Bea y me alejé.

Busqué la puerta trasera que daba a un pequeño callejón, necesitaba un poco de aire, escuché la puerta cerrarse detrás de mí y me apoyé en la pared. Me pasé la mano por el pelo con frustración, nunca me había sentido inseguro por alguna chica hasta ahora, tenía miedo de que encontrase a alguien mejor que yo y se olvidase de mí.

-¿Harry? -Levanté la mirada y la encontré mirándome fijamente-
-hace frío -dije- mejor vuelve dentro
-no... -se acercó- ¿qué te pasa?
-no pasa nada -le acaricié la mejilla- vuelve dentro de verdad...no quiero que te pongas mala... -me miró seriamente-
-¿qué te pasa? -Repitió- puedes confiar en mí... -visto que no estaba dispuesta a irse me quité la chaqueta y se la pasé por los hombros-
-pues que no estoy acostumbrado a esto, a sentirme así...
-¿así como?
-¡inseguro! Con cada tío que se te acerca me siento inseguro y celoso y me entra miedo...
-¿de qué? -Me quedé en silencio- ¿de que me guste otro? -Asentí y después miré para otro lado- Harry mírame -lo hice y vi que me sonreía con dulzura. Se acercó y me pasó las manos por el cuello- escúchame bien y que se te grabe ¿entendido? Me gustas tú, solo tú, me gustan tus rizos, tus ojos, tus hoyuelos, tu sonrisa, tu personalidad, lo cariñoso, atento, caballero e increíble que eres... -sonreí- y, creeme, no hay nadie como tú

Me quedé en silencio, mirándola fijamente mientras una sonrisa idiota se iba apoderando de mis labios, una sonrisa que ella me correspondió. La abracé por la cintura y la acerqué completamente a mi.

-¿solo yo? ¿Exclusivamente yo? -Asintió y sonreí-
-solo con una condición...que yo sea exclusiva para ti -sonreí-
-no tengo ojos para nadie más...

Nos miramos fijamente unos segundos, miré sus labios al tiempo que ella miró los míos y nos acercamos hasta que nuestros labios rozaron. Noté su sonrisa en mis labios, acaricié su cuello, bajé por su brazo hasta su cintura y la besé, delineando sus labios con la punta de la lengua, noté como un escalofrío la recorría. Sonreí al saber el efecto que le provocaba.

-¿vamos adentro? -Pregunté separándome ligeramente-
-sí...hace frío...
-claro...por eso el escalofrío ¿no? -Me miró sonriendo-
-claro que sí

Reí y la acerqué para volver a besarla, mordí su labio inferior antes de soltarla. Me abrazó con fuerza y me besó en el cuello, mordió en el mismo lugar donde antes había besado provocando que, esta vez, un escalofrío me atravesase a mi. Entonces me miró y sonrió con burla.

-ese escalofrío es por el frío ¿no?

[Mónica]

Estaba siendo la mejor noche de mi vida, llevaba horas bailando, cuando los pies me habían empezado a doler había dejado los zapatos aparte y había seguido bailando descalza. A Bea la había perdido de vista hacía un rato, supuse que estaba con Harry porque a él tampoco le veía.

El baile no era el punto fuerte de Niall pero aún así apenas se había separado de mí. Aunque no lo conocía bien...había estado gran parte de la noche hablando con Tom Daley y él estaba celoso así que no se me apartaba. A eso de las 3 de la mañana Tom ya se despidió de mí y yo fui a buscar a Niall, al que encontré sentado en una mesa con Andy y Zayn.

-Dios... -me senté al lado de Niall- estoy muerta
-normal, llevas horas bailando -dijo Andy-
-y vosotros habéis bailado media hora... ¡hasta Louis ha bailado más que vosotros!
-ya...tú te lo has pasado muy bien -murmuró Niall-
-serás celoso...Tom ya se ha ido tonto
-genial, ¿vuelves a ser mía? -Me acerqué a su oído-
-siempre lo soy
-¿nos vamos a casa? Te tengo un regalo...

Sonriendo asentí sin pensarlo demasiado. Fui a por mis zapatos, busqué a Louis, Eleanor, Bea, Harry, Liam, Damon y Cris y me despedí de todos. Al volver a la mesa me despedí de Zayn y Andy quienes me dijeron que Niall me esperaba en la puerta. Al salir la puerta estaba llena de paparazzis... ¿no tenían vida o qué? Sin soltarme la mano andamos un poco hasta encontrar un taxi.

Media hora después ya estábamos en casa, dejé los zapatos en la entrada y Niall se quitó directamente la camiseta y la tiró al sofá. Fuimos a la cocina y comimos un poco, sin dejar de hacer bromas.

-¿cuál es mi regalo? -Me sonrió-
-puedes decir que no ¿vale? -Le miré inquisitivamente- he pensado que...podríamos...ya sabes...

Comprendí a lo que se refería y, por primera vez, no me dio miedo ni vergüenza, al contrario...quería. Sin que terminase la frase me levanté y me puse frente a él, que estaba apoyado en la encimera, le quité la bolsa de patatas de las manos y las dejé en la encimera. No sabía lo que estaba haciendo aunque tampoco lo estaba pensando demasiado. Le pasé las manos desde el estómago hasta el cuello, notando como su piel se erizaba. Levanté la mirada y le sonreí.

-¿segura? -Asentí ya que me sentía demasiado nerviosa como para hablar-

Sonrió y me acercó a él, unió sus labios a los míos con lentitud, dándome la seguridad que me faltaba. Acarició mi cintura y bajó un poco, reí y me pegué a él, la verdad es que estaba muy nerviosa y no sabía cómo actuar. Sus labios dejaron los míos y fueron por mi mandíbula hasta llegar al cuello. Un pequeño jadeo salió de mis labios cuando sus dientes se clavaron en mi hombro.

Minutos después ya estábamos en la habitación, mi vestido y sus pantalones decoraban el suelo. Tumbada en la cama le tenía encima, le sonreí y levanté la cabeza y le besé, rodando sobre él de forma que le fue fácil quitarme el sujetador, se sentó conmigo encima sin dejar de besarme, con su mano en mi cuello. Mordí su labio inferior y le miré.

-¿estás bien? -Preguntó-
-sí...

Volvió a tumbarse llevándome con él y rodó sobre mí, bajé las manos por su espalda hasta el borde de sus bóxers con los que jugueteé, metí un poco las manos, escuché su risa en mi oído y los bajó con un rápido movimiento. Me mordí el labio al notarlo contra mi pierna, no quería mirarlo.

-podemos parar Mónica...
-cállate

Sujeté su cara y le besé, sus manos me recorrieron de arriba abajo hasta llegar a la única prenda que me quedaba, poco después los dos estábamos exactamente igual. Me notaba temblar. Se estiró un poco y vi como cogía el cuadradito de encima de la mesilla, ni siquiera sabía que estaba ahí. Se lo puso sin dejar de mirarme y tumbó sobre mí, se apoyó sobre sus codos y me besó, poco después le noté entrar.

Me abracé a él con fuerza, guardándome los gemidos, mordiéndome el labio, sus labios recorrían mi cuello, tratando de tranquilizarme y hacerlo menos doloroso pero dolía. Clavé un poco las uñas en sus hombros, arrancándole un gemido de sus labios tras el cual terminó de entrar. Me miró fijamente, buscando alguna señal de que quisiera parar pero no la encontró. Comezó a moverse y esta vez fui yo la que comenzó a besarle el cuello y a morderle el hombro, cuando vio que el dolor iba desapareciendo comenzó a ir más rápido hasta que cayó exhausto sobre mí, dejándome a mi igual de exhausta.

-no sabes cuánto te quiero... -susurró en mi oído-

Sonreí y le pasé las manos por la espalda hasta llegar al pelo y comenzar a acariciarlo al tiempo que le besaba el cuello. Poco después se quitó de encima y se tumbó boca arriba arrastrándome con él. No dijimos nada, no hacía falta, el silencio y lo que acabábamos de compartir hablaba por si solo. Levanté la cabeza para mirarle, él me miró, me sonrió. Le di un pequeño beso en los labios y me acomodé antes de cerrar los ojos y entrar en un profundo sueño.

[Bea]

Llegué a mi casa a las siete de la mañana completamente exhausta, no podía con mi alma ni con mi cuerpo, de hecho...no me levanté hasta las cinco de la tarde y fue solo porque tenía hambre. No volví a saber nada de nadie en todo el domingo y en todo el lunes, bueno...el lunes vi a Cris y a Damon pero porque trabajaba con ellos. Harry no me había llamado ni nada, cosa que me sorprendía dado que el martes era mi cumpleaños.

El martes desperté a causa del incesante sonido de mi móvil, no le hice caso y me di la vuelta esperando a que dejase de sonar. Cuando lo hizo sonreír pero la sonrisa se me borró cuando volvió a sonar de nuevo. Alargué la mano y sin mirar quien era descolgué.

-no sé quién eres pero es mi cumpleaños así que espero que tengas un buen motivo para despertarme... -escuché una risa conocido al otro lado de la línea...no pude evitar sonreír-
-buenos días pequeña
-Harry, ¿qué hora es?
-las seis y media -abrí los ojos un poco con sorpresa pero volví a cerrarlos-
-¿qué clase de problema mental tienes? Mira, no sé qué haces despierto a las seis y media pero a mi me quedan 45 minutos de sueños así que, con tu permiso, buenas noches Styles -fui a colgar pero le escuché llamarme-
-¡espera! No me cuelgues idiota -bufé- te tengo un regalo
-¿a las seis y media?
-mira que eres pesada...estoy abajo, en el coche, tienes quince minutos, si no estás abajo entonces iré por ti y no quieres que haga eso. Ah, feliz cumpleaños

Escuché el pitido al otro lado de la línea antes de que pudiera replicar, me desarropé y miré al techo. Las seis y media de la mañana... ¿quién coño tiene un regalo a estas horas? Solo Harry...

No me apetecía comprobar lo que haría si no estaba lista en quince minutos así que, con mucha pereza, me levanté y quince minutos después salía a la fría mañana de Octubre. Harry me esperaba sentado en los escalones pero se levantó al verme. Sonreí al ver que llevaba su sudadera morada de Jack Wills.

-buenos días -dijo sonriéndome-
-¿de verdad quieres que te responda?

Rió y se acercó para darme un beso en la mejilla. Sin decir nada me llevó de la mano al coche y, al abrir, vi que en el asiento del copiloto había dos vasos de Starbucks. Sonreí mientras me tendía uno.

-¡vaya! ¿Es mi regalo? ¡Muchas gracias! ¿Puedo volver a dormir?
-anda, entra

Cogí su vaso y me senté dejando que él cerrase la puerta, cuando entró me cogió el vaso y bebió un poco antes de dejarlo en el posa-vasos, o como se llame, y arrancar. No dijo a dónde íbamos y yo tampoco pregunté porque sabía que no soltaría prenda pero reconocía algunos barrios según íbamos pasando por ellos.

Cuando nos bajamos del coche no reconocí ningún lugar especial, tiramos los vasos y entrelazó sus dedos con los míos. Empezamos a andar, yo me dejaba guiar sin preguntar aunque me moría por saber a dónde me llevaba.

-¿dónde vamos?
-ya decía yo que estabas tardando mucho en preguntar -sonreí-
-y tú no vas a decir nada... -la sonrisa que me lanzó fue respuesta suficiente-

La verdad es que no estuvimos andando mucho rato pero al ser la hora que era y el sueño que tenía se me hizo bastante eterno. Finalmente doblamos una esquina y me encontré con el Támesis frente a mi y el Tower Bridge a mi izquierda, justo delante de nosotros había una pequeña pasarela, como si fuese un muelle.

-Harry... ¿qué tienes en mente?

Sin contestarme tiró de mi mano haciéndome caminar por la pasarela, esta se tambaleaba pero por suerte me podía agarrar a los lados. Al final de la pasarela nos esperaban un chico y una chica, ambos de unos 28 años, que al vernos se acercaron.

-perdonad por tardar pero es difícil levantarla
-no hay problema -dijo el chico- tú eres Bea ¿verdad? -Asentí- soy Jerry y ella es Jane
-encantada... -rieron, supuse que por el tono confuso de mi voz-
-no sabe qué hace aquí ¿verdad? -Preguntó Jane mirando a Harry-
-no tiene ni idea
-¿podéis dejar de hablar como si no estuviese? -Dije- sería un detalle saber qué hacemos aquí...
-¿ves aquellas motos acuáticas? -Dijo Harry señalando a un lado de la pasarela- son para nosotros
-¿me has comprado una moto acuática? -Los tres rieron-
-no idiota, te la he alquilado. Bueno, ve con Jane que yo me quedo con Jerry, nos vemos en diez minutos

Antes de que pudiese reaccionar me dio un pequeño beso en los labios y Jane tiró de mi, llevándome por donde habíamos llegado. Entramos en un pequeño baño donde vi una mochila en el suelo.

-estoy un poco perdida -dije-
-tranquila, esto es solo un traje de neopreno, hace demasiado frío como para montar en moto acuática en bañador
-cierto...entonces, no te ofendas, ¿qué hacéis vosotros aquí? -Sacó el traje de neopreno y me lo tendió-
-vamos a enseñaros un poco como ir en la moto
-ahora tiene más sentido -sonreí y entré al pequeño cubículo para embutirme en el traje-

Diez minutos después estaba de vuelta, Harry y Jerry estaban allí, el primero ya con su traje de neopreno. No pude evitar mirar como se le marcaba cada centímetro de su cuerpo, y cuando digo cada centímetro me refiero a CADA centímetro.

-que bien miras ¿no? -Dijo Harry con burla-
-como si tú no estuvieras mirando -me sonrió socarronamente-

Entre Jerry y Jane nos estuvieron explicando cómo conducir las motos, la verdad es que no parecía difícil pero nos dijeron que tuviésemos cuidado con algunas maniobras dado que podíamos volcar la moto y no era plan. Cuando terminaron dijeron que ellos se iban y que volverían en dos horas. Cuando desaparecieron de vista Harry me acercó a él de golpe.

-feliz cumpleaños -sonreí justo antes de que sus labios atrapasen los míos con una rapidez que casi tocaba la desesperación-

Me ayudo a subir a una de las motos y, solo cuando estuve segura de que no me caería, él se subió a la suya. Él arrancó primero y esperó a que yo lo hiciese, estaba nerviosa, más que nada porque no me apetecía darme un baño en el Támesis a las siete de la mañana en pleno octubre.

Dimos una pequeña vuelta, sin ir muy rápido para que ambos nos adaptásemos, y nos paramos uno al lado del otro.

-¿cómo vas? -Preguntó alzando la voz para que le escuchase-
-¡genial!
-¿tanto como echar una carrera? Todo recto, hasta el Big Ben

Nos miramos unos segundos, retándonos con la mirada antes de que ambos acelerásemos lo máximo que podíamos. A los pocos minutos empecé a reír sin control, ni siquiera sabía por qué, supuse que era adrenalina y felicidad en estado puro. No tardé mucho en ver el London Eye y el Big Ben, miré para los lados y vi a Harry a mi par.

-¡he ganado! -Grité al frenar justo al lado de la gran noria-
-¡mentira! He llegado primero
-¡¿cómo?! ¡¡Venga ya!!
-va... ¿tablas? -Le miré con los ojos entrecerrados- nos podemos pasar la eternidad discutiendo y aún me queda una sorpresa

Eso último me convenció. Volvimos a arrancar y me guió hacia otro pequeño muelle. Dejamos las motos y nos bajamos, yo con la ayuda de Harry.

-¿cuál es la sorpresa? -Me sonrió y me cogió de la mano-

Atravesamos la pasarela y andamos unos metros hacia la derecha hasta llegar a una cafetería, de la cual salieron Jerry y Jane. Les miré sorprendida mientras que ellos se dedicaron a sonreirnos y guiñarme un ojo a la vez. Harry tiró de mí y me hizo entrar, una vez dentro no pude evitar pararme en la entrada. Había globos colgando de todas las sillas y en la pared un gran cartel que ponía FELICIDADES PEQUEÑA. Los ojos se me humedecieron un poco, nunca nadie se había tomado tantas molestias por mi y no sabía cómo reaccionar.

Me giré hacia Harry quien esperaba mi respuesta y se preocupó al verme con lágrimas en los ojos, se acercó rápidamente pero yo le sonreí y le abracé con fuerza.

-¿estás bien? -Preguntó apretándome con fuerza-
-sí...es que nunca nadie había hecho algo así por mi
-me habías asustado... -reí un poco y le abracé con más fuerza-

En una de las mesas nos esperaba el que era, probablemente, el mejor desayuno que había comido en mi vida, había de todo y comí de todo. Estuvimos hablando todo el rato, bromeando y tonteando el uno con el otro. En un momento él se levantó y fue tras la barra.

-tengo una última sorpresa... -le miré interrogante y me levanté-
-joder...te estás luciendo -sonrió-
-date la vuelta, no mires

Escuché varios ruidos a mi espalda pero ninguno que reconociera, creo que hasta se tropezó en algún momento o se dio un golpe o lo que fuera, pero la maldición que soltó me hizo reír.

-vale... -noté un toque de nerviosismo en su voz- ya...

Me giré y la pancarta estaba de nuevo colgada pero, esta vez, el mensaje era completamente diferente, tanto que me hizo taparme la boca con la mano y dar un pequeño grito ahogado: ¿quieres ser mi novia?

Miré a Harry quien seguía detrás de la barra sonriendo con cierta inocencia en su mirada, miré el cartel y volví a mirarle a él. Sin darse prisa salió de detrás de la barra y se puso delante de mí, se dedicó a mirarme fijamente, escrutando mi rostro.

-¿Bea? -Preguntó después de un rato- por favor dime algo...
-¿qué quieres que te diga? -Me di una colleja mental justo después de decir eso-
-hombre...como querer, quiero que me digas que sí...
-¿acaso hay otra respuesta? -Dije medio sonriendo-
-sí...hay dos posibles... -sonreí- te gusta hacerme sufrir eeeeh...
-que va...solo un poco

Con una sonrisa que me provocó escalofríos me abrazó por la cintura y comenzó a andar, haciéndome retroceder, hasta chocar contra la mesa más cercana contra la que me acorraló. Acercó su rostro al mío sin dejar de mirarme fijamente, haciendo que no pudiese apartar mi mirada de la suya, y rozó sus labios con los míos. Sonreí un poco e hice amago de besarle pero él se echó para atrás dejándome con las ganas.

-serás capullo... -murmuré-
-mira quien fue a hablar... ¿me puedes dar el sí, por favor? -Sin dejar de sonreír le acaricié los rizos-
-claro que quiero ser tu novia Harry

Su sonrisa se ensanchó aún más, sus brazos rodearon mi cintura completamente elevándome en el aire, enrollé mis piernas en su cintura y recordé que teníamos los trajes de neopreno puestos lo que provocó que me sonrojase sin control. Miré hacia abajo y le sonreí, acaricié sus rizos una vez más y le besé.


¡Hola!
La verdad es que entre unas cosas y otras este cap es de los que más me gustan, a ver qué os parece a vosotras :)
Me he quedado a cuadros cuando me he metido en el blog y me he encontrado con 4000 visitas y algunos caps con 200 así que un millón de gracias a TODAS por leerla de verdad :)
El finde ha ido de pm aunque he acabado completamente muerte. El viernes terminé de comprar el disfraz de carnaval y me recorrí la ciudad entera. De punta a punta, literalmente. El sábado fue el cumple de mi hermana así que nos fuimos a comer por ahí, acabé llena, y por la tarde me fui con ella a Cáceres, por la noche nos fuimos a cenar, volví a acabar llena, y luego estuvimos jugando a la Wii...tengo unas agujetas que no me las creo ni yo jajajaja el domingo nada del otro mundo, estuve en casa de mi abuela :)
¡Que Hazza ya tiene 19 tacos! Se nos hace mayor...acho no, yo eso no lo digo porque después me acuerdo que este año también me toca cumplir los 19 y me siento vieja xD
Bueno, ya os dejo de aburrir jajaja
un beso!!!